Inteligencias múltiples

Llevo un par de días sin escribir, dándole vueltas a la cabeza, esperando a que se me pasara el enfado (Gracias a que P. me compró una caja muy bonita con galletas, me duró poco) y dándole forma a este post.

En todas las áreas, hay corrientes innovadoras. Desde hace algún tiempo (no es nada nuevo), en educación intentamos fomentar las inteligencias múltiples. Desarrollar aquello que nos engrandece, nos gusta y se nos da bien, sin menospreciar las otras áreas.

Por ejemplo. P, es bueno en el área de lengua: hablar, escribir... y también es muy creativo, además de detectar cómo se siente la persona con la está. S, es buena en lo que hace, se le da bien escribir, hablar, tratar con los alumnos, es una crack como bibliotecaria y como profe. (A P. no se lo digo muy a menudo, porque ya lo sabe ;) ). E., es buena en artes plásticas e ideas creativas. Está mal que yo lo diga, pero es verdad. Y no seremos muy buenos en matemáticas, pero gracias al Excel, está todo solucionado.

El martes fue un día buenísimo. Muchos padres y algunos alumnos, se pusieron en contacto con nosotros a través del email, o del blog, incluso algunos en persona, para darnos las gracias por nuestras labor bibliotecaria. Porque valoran el esfuerzo, el trabajo y la ilusión con la que nos volcamos en cada proyecto y en cada idea. Fue un subidón espectacular. Ese día nuestra capacidad interpersonal, intrapersonal, lingüística y sobre todo la corporal, denotaban nuestra alegría y felicidad. 

Pero el miércoles.... si hubiera una inteligencia múltiple con el icono de una gran caca, representaría genial jornada. Ya no tengo claro, como maestra ni como madre, si el sentido común forma parte de una inteligencia múltiple ¿Eso se fomenta? ¿Se cultiva? ¿O es innato?. No fue un #díademerder (como decimos S. y yo). Es más el dolor que sientes cuando descubres la incapacidad de los demás de valorar el trabajo, la dedicación y las ganas que pone cada día el #equipobbltk. El menosprecio que pueden hacer sobre tu labor diaria, relegándola a una tarea rutinaria sin importancia entro de la vida colegial. 

¿Habrá una inteligencia múltiple, para fomentar el respeto al trabajo de los demás?

Voy a comerme mis galletas :) y a disfrutar con mis ratones, que ellos siempre saben sacarte una sonrisa y llenar tu corazón de valía y alegría.