DÍA 1.
Durante mucho tiempo hemos querido recoger nuestro día a día. Somos bibliotekarios así con k. Nos apasiona nuestro trabajo y juntos hemos construido un proyecto que nos ocupa y nos preocupa. Para nosotros mucho más que una biblioteca escolar. El corazón de una escuela, y la cabeza, y las piernas, y las manos. Porque creemos que la LECTURA puede y debe ser el motor de transformación de una escuela que anda (a veces) a bandazos de una innovación a otra.
Durante mucho tiempo hemos querido recoger nuestro día a día. Y ahora se nos ha dado la oportunidad. S. ha tenido que "coger la baja". La enfermedad no respeta ni a las bibliotecarias gafapasta con o sin moño. E. y P. sabemos que S. estará en la cama del hospital pensando en cada actividad, en cada proyecto pendiente, en el préstamo a las familias de infantil, en los libros para situaciones difíciles, en el próximo pedido a Cálamo... Así que hemos decidido mantenerla al "día". Y de paso... volcar aquí las aventuras y desventuras de un equipo de biblioteca.
No pretendemos demasiado. Este espacio es un desahogo, un altavoz, un cuaderno para apuntar buenas ideas, la charla que al comienzo de la mañana (o al final del día) mantenemos los bibliotecarios comentando el día y repasando el trabajo pendiente.
Nuestro trabajo nos pone en relación con un montón de gente: comerciales, repartidores, libreros, profesores, alumnos, familias... A veces nos felicitan, nos animan, nos sorprenden. Otras veces nos sacan de quicio, nos desesperan, nos transforman en Mr. Hyde. Hablaremos de ellos. Con respeto. Con cariño. Con cuidado.
Y, por supuesto, estamos siempre entre libros. Nos emocionan, nos conmocionan. Recibimos como niños las novedades. Ordenamos, reordenamos, volvemos a ordenar. Los leemos, los disfrutamos. Los compartimos. También hablaremos de ellos. Con pasión. Con entusiasmo. Por necesidad.
Bienvenidos a este rincón nuestro...
Va por ti. S. Vuelve pronto.
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